De noche somos tres, Eugenia, Santiago y yo.
Es re (do-mi-fa-sol-la-si.) cuático... salimos y hacemos el amor... de repente Santiago se pone brusco y queda la caga, la Eugenia se taima quedando mi pobre cuerpecito en medio de todo...
Lo bueno es que le dura un rato no más y entre las dos calmamos a Santiago.
Se enojan cuando les pido pasar a decir buenas noches a un joven no porfiado, dicen que tengo preferencia y me arman un lío de celos.
Yo me rio, es que, claro...
El post juicio, con complejo de pre(juicio).. que tengo hacia tal conocido barón es irresistible.
1 comentario:
Tú y tu preservación del amor, me encantan.
Publicar un comentario